La luz visible para nuestros ojos está compuesta por luz roja, amarilla, verde, azul y violeta.
La luz azul es la más energética del espectro visible. Cuanto más energética es la luz, más peligrosa es para el ojo. Se sitúa justo después del ultravioleta del que nos protegemos con las gafas de sol.
En el espectro de la luz visible, la luz azul se divide en dos tipos de radiación muy diferentes. La luz azul turquesa (de 455 nm a 495 nm) está reconocida como vital para el organismo. Contribuye a que nos despertemos, a que nos durmamos, a nuestro bienestar en general.
En cambio, la luz azul-violeta (de 380 nm a 455 nm) acelera el envejecimiento de nuestras células y genera dolores de cabeza/fatiga ocular. Parcialmente filtrada por el cristalino, penetra profundamente en el ojo y golpea la retina en su parte central.
Los efectos de la luz azul sobre el sueño y los ritmos circadianos son bien conocidos. Los llamados ritmos circadianos son los que regulan el tiempo de vigilia y sueño de los individuos y se ven afectados por una hormona llamada melatonina. La luz azul provoca entonces un cierto nivel de alerta en los seres humanos, degradando la secreción de melatonina y, por tanto, la calidad del sueño.
Insomnio, dolores de cabeza, fatiga ocular: si eres propenso a estos síntomas, lo más probable es que necesites gafas de luz azul para mejorar tu bienestar general.
La luz azul es una luz de alta energía emitida por el sol. Es la fuente principal de esta luz. Sin embargo, la luz azul también es omnipresente en las fuentes de luz artificial, como la iluminación de bajo consumo (LED) y las pantallas electrónicas como smartphones, tabletas y ordenadores, pero el nivel de iluminación es demasiado bajo. Las pantallas de ordenador y de teléfono suelen estar a una distancia bastante cercana a nuestros ojos. Por lo tanto, la longitud de los rayos de luz es demasiado corta para no impactar en nosotros.
Es este bajo nivel de iluminación el que hace que la luz azul sea peligrosa para nuestros ojos. Se ha demostrado que una exposición excesiva a estas fuentes de luz azul perjudicial y consideradas demasiado agresivas, provoca ciertos cambios patológicos.
Puedes protegerte con unas gafas anti luz azul.
Hay varias formas de reducir el impacto de la luz azul:
Limitar el uso de pantallas de ordenadores, teléfonos y tabletas.
Adaptar las bombillas LED y favorecer las temperaturas blancas cálidas
Poner un filtro en sus pantallas, ya sea un modo nocturno o una aplicación dedicada
Adoptar gafas anti luz azul
Esta última solución es la que le dará la mejor protección contra la luz azul.
Las gafas anti luz azul protegen tus ojos del trabajo en la pantalla. Las gafas filtran la luz azul para proporcionar un ambiente más relajante y cálido y mejorar la visión de la pantalla, especialmente en un entorno oscuro.
Por eso Nooz se compromete a ofrecer la mejor protección posible contra la luz azul:
Con lentes ultraprotectoras, nuestras gafas filtran la luz azul para bloquear los rayos nocivos de las pantallas digitales.
Para que no tenga el reflejo de quitarse las gafas, nuestras gafas de luz azul están montadas en una montura ultraconfortable de la que se olvidará cuando esté mirando la pantalla.
Las gafas de luz azul Nooz son extremadamente duraderas, lo que le permite tenerlas puestas el mayor tiempo posible.
Las gafas de luz azul Nooz tienen un revestimiento antirreflectante para ofrecerte una comodidad óptima.
Las gafas de pantalla que se venden en las ópticas suelen ser difíciles de encontrar sin corrección. Por eso queremos darle la oportunidad de pedir unas gafas anti luz azul sin corrección en unos pocos clics en línea.
Si quieres una corrección, las gafas de pantalla Nooz también están disponibles en versión de gafas de lectura (también llamadas gafas de presbicia).